Historia

La confianza que cada viticultor ha depositado en nosotros al plantar y vendimiar cepas J. MARTÍNEZ MARTÍ han ido escribiendo la historia de nuestra familia, hoy más viva que nunca, referente mundial en el sector vitivinícola.

1910

UN LARGO CAMINO

En VIDES AMERICANAS hemos recorrido un largo camino desde que nuestro antepasado D. José Martínez Aparici inició su andadura en viveros Richter (Montpellier) como un viticultor con un gran espíritu de constancia, dedicación y esfuerzo muy comprometido en todo momento con su labor de perfeccionar el cultivo de la vid. Su objetivo era encontrar las soluciones pertinentes a la fuerte incidencia que en su momento tuvo la filoxera, destruyendo en muy pocos años la ancestral viticultura tanto europea como la del resto de países del mundo.

Ante esta situación de crisis, se propone utilizar para la reconstrucción de los viñedos infectados patrones o portainjertos de origen americano sobre los que se injertaba la variedad de Vitis vinifera que se quiere cultivar, una solución para evitar los daños provocados por la filoxera.

Durante su estancia en las instalaciones de viveros Richter, D. José Martinez Aparici entabló una estrecha relación con D. Victor Clúa Ripoll, empresario natural de Corbera de Ebro (Tarragona) que se desplazaba asiduamente por cuestiones de trabajo a Montpellier, donde D.José le propuso desplazarse a su pueblo natal e iniciar allí un vivero de vid.

1915

Revista SUMMA. 1 de noviembre de 1915

el primer vivero de vid reconocido en Aielo

Tras regresar a su pueblo, D. José Martínez Aparici contactó con D. Bautista Aparici, un empresario muy reconocido en la industria del pueblo, para impulsar la creación de una sociedad constituida principalmente por D. Victor Clúa Ripoll y D. Bautista Aparici iniciando así, el primer vivero de vid reconocido en el Aielo y a cargo de D. José Martínez Aparici como responsable del vivero de vid.

Aparece la primera referencia acerca de viveros en Aielo de Malferit.  publicada a la revista Summa (1/11/1915. Madrid).

Una década después, D. Victor Clúa y D. Bautista Aparici iniciaron caminos empresariales de manera independiente.

1925

las técnicas vitícolas más innovadoras de la época

D. Bautista Aparici junto con la dirección técnica de D. José Martínez Aparici, prosiguieron con el vivero en Aielo de Malferit desarrollando las técnicas vitícolas más innovadoras de la época aprendidas en Richter e impulsando los patrones o portainjertos de origen americano, resistentes a la filoxera, para así poder reconstruir los viñedos infectados.

1934

expandiendo el negocio por todo el territorio Español

JOSÉ RAMÓN MARTÍNEZ MARTÍ (su hijo), siguiendo los pasos de su padre continua con el negocio dedicado al cultivo de la vid y contactó con el hijo de D. Victor Clúa que tras disolver la sociedad anteriormente constituida en Aielo creó un vivero en Villena y después en Albacete, concretamente en la carretera de Albacete a Ayora, a 1 km de Ayora, partida Huerto del cura.

D. José R. Martínez Martí estuvo como responsable del vivero hasta 1936.

Al terminar la Guerra Civil, D. José R. Martínez Martí tras detectar la necesidad de replantar los campos de viñedos con pies resistentes constituyó su propio vivero, expandiendo el negocio por todo el territorio Español. Así, animado por el auge comercial, fundó el vivero que hoy conocemos con el nombre de VIDES AMERICANAS J. MARTINEZ MARTÍ

1970

expansión internacional

D. JOSÉ MARTÍNEZ MATEU siguiendo la trayectoria empresarial, continuó el legado de su abuelo y padre expandiendo el negocio familiar e impulsando las ventas y las exportaciones de una gran variedad de protainjertos de vid y barbados injertados hasta tiempos recientes. Cubrió la demanda de los viticultores de las distintas regiones vitícolas tanto a nivel nacional como internacional.

2002

consolidación en la actualidad

JOSE RICARDO MARTINEZ JUAN, tras terminar sus estudios como Ingeniero Agrónomo, Tesis y Doctorado, consolida el negocio familiar siendo referente a nivel mundial en la venta de los diferentes cultivares de vid.

Aunque nuestras dimensiones han cambiado, actualmente todo nuestro equipo de recursos humanos sigue trabajando con la misma ilusión y pasión con que nuestros antepasados iniciaron su andadura, aunque una idea permanece inalterable, y es que nuestra experiencia, tradición y saber hacer están orientados a la satisfacción de nuestros clientes, que son el centro de todo cuanto hacemos. 

Aunque nuestras dimensiones han cambiado, actualmente todo nuestro equipo de recursos humanos sigue trabajando con la misma ilusión y pasión con que nuestros antepasados iniciaron su andadura, aunque una idea permanece inalterable, y es que nuestra experiencia, tradición y saber hacer están orientados a la satisfacción de nuestros clientes, que son el centro de todo cuanto hacemos.